Divisas digitales: ¿qué sigue después?
03 de mayo de 2016
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Divisas digitales: ¿qué sigue después?
Por Lee White, director ejecutivo, Contadores Certificados de Australia y Nueva Zelanda | 3 de mayo de 2016
La divisa digital más popular, el bitcóin, fue lanzada en 2008 por el misterioso “Satoshi Nakamoto” con el fin de proporcionar un sistema alternativo de pago que fuera instantáneo, económico y seguro. No existe duda alguna de que el bitcóin es revolucionario; sin embargo, existe un debate continuo sobre su aceptación como divisa convencional.
La corta historia del bitcóin se ha caracterizado por el éxito empresarial y la firme resistencia.
Pero, ¿qué es el bitcóin? ¿cómo funciona?
Bitcóin y la cadena de bloques
El bitcóin es una divisa digital basada en la web de oferta limitada. Su característica más distinguible es su descentralización: al contrario del dinero tradicional, el bitcóin no se encuentra bajo el control de gobiernos, instituciones o autoridades externas. El número de monedas se limita a 21 millones —un límite que, según algunos, se alcanzará en 2140—.
A diferencia de las divisas tradicionales, los bitcóins no se imprimen ni tienen una forma física. Su valor se genera mediante sus beneficios percibidos y su escasez.
Las transacciones con bitcóins se procesan en grupos —conocidos como bloques— por personas denominadas mineros, quienes se encargan de resolver problemas matemáticos utilizando computadores especializados. Este proceso se conoce como minería de bitcóins. Una vez confirmados por los mineros, los bloques, los cuales registran los detalles de cada transacción, se añaden a la cadena de bloques.
La cadena de bloques es la tecnología innovadora detrás del bitcóin. Registra los detalles de cada transacción de bitcóins realizada, y es totalmente transparente y accesible al público. Como registro cronológico seguro y transparente o como libro mayor distribuido en millones de computadores, la cadena de bloques se puede utilizar en diferentes industrias —mayormente en los servicios financieros—.
Adelante a pesar de la incertidumbre
Los partidarios de los bitcóins destacan como beneficios más significativos la transferencia casi instantánea, los costos de transacciones bajos o nulos, los altos niveles de seguridad y un método de uso relativamente sencillo.
Hasta el momento, se han invertido más de USD $1,1 mil millones en start-ups relacionadas con bitcóins, incluyendo las considerables inversiones del Sr. Richard Branson, la Bolsa de Valores de Nueva York, Goldman Sachs, MasterCard, y muchos otros.
Con más de 15,2 mil millones de bitcóins en circulación, la capitalización del mercado de bitcóins ha aumentado en USD $3 mil millones desde la misma fecha el año pasado a USD $6,6 mil millones. Impulsados enormemente por los especuladores, los volúmenes de comercio continúan aumentando desde el origen de esta divisa digital.
La resistencia a los bitcóins se ha visto acentuada por la incertidumbre regulatoria, la volatilidad de los precios y la asociación con el lavado de dinero y la criminalidad.
Su causa se vio afectada por el tan divulgado colapso de la plataforma de intercambio Mt. Gox o el cierre de Silk Road por el FBI en EE.UU. en 2013, un emporio ilegal de drogas y armas que empleaba los bitcóins como medio de intercambio.
El valor de un bitcóin llegó a su punto máximo en 2013, superando los USD $1.100. Casi al final del primer trimestre de 2016, este se estaba comerciando a USD $430. Estas sorprendentes diferencias con frecuencia se pueden observar en un solo día debido en parte a las decisiones regulatorias de las jurisdicciones que se encuentran asimilando la existencia de una divisa digital.
Desafíos regulatorios
Los reguladores y los contribuyentes se están efrentando a varios desafíos en torno al tratamiento tributario de los bitcóins. Tanto Australia como EE.UU., por ejemplo, visualizan el bitcóin como una propiedad: como tal está sujeto a las ganancias de capital y a los impuestos sobre las ventas. En Canadá, el bitcóin está sujeto a las mismas leyes tributarias de las transacciones de trueque. En el Reino Unido es tratado como una divisa. El Banco Popular Chino no se ha pronunciado hasta ahora frente a la fiscalidad del bitcóin, pero emitió una declaración en 2013 que prohibió a las instituciones financieras y a las entidades externas que manejan transacciones tratar el bitcóin de manera directa.
¿Qué sigue después?
La innovación digital, incluyendo el ascenso de las divisas digitales, como el bitcóin, continuará probando las fronteras regulatorias mientras los gobiernos de todo el mundo se esfuerzan por adaptarse a la velocidad de los cambios tecnológicos. La tecnología del internet, como la del bitcóin, no conoce jurisdicciones, lo que significa que, a nivel global, los reguladores deberán trabajar juntos para abordar estos desafíos.
Al mismo tiempo que algunos sectores luchan con la innovación digital, aquellos líderes contables que sean perspicaces considerarán el bitcóin como un estímulo útil que ayudará a la profesión a aprovechar diferentes oportunidades.
¿Se encuentra la profesión contable lista ante la innovación? ¿Es lo suficientemente ágil para aprender, comprender y responder?
Lee White es el director ejecutivo de los Contadores Certificados de Australia y Nueva Zelanda, con más de 25 años de experiencia en la profesión contable. También se desempeñó como director de contabilidad en la Comisión de Inversiones y Valores de Australia, liderando la política y la práctica en la contabilidad, la información financiera, la auditoría y la ética.