La zona del euro se recupera, pero el crecimiento duradero exige un esfuerzo colectivo
- La zona del euro se recupera, pero se necesita un crecimiento más fuerte para impulsar el empleo.
- Una combinación de políticas equilibradas puede generar grandes dividendos en materia de crecimiento.
- El saneamiento de los préstamos bancarios incobrables puede ayudar a estimular el crédito y la inversión.
La recuperación de la zona del euro está afianzándose, pero las débiles perspectivas a mediano plazo exigen centrar la atención en cuatro aspectos clave: incrementar la demanda, sanear los balances de los bancos, acelerar las reformas estructurales y reforzar la gestión de gobierno, señaló el FMI en su más reciente examen de la unión monetaria.
Si bien el desempleo sigue siendo elevado, el firme crecimiento del empleo y el aumento de los salarios reales han apuntalado un repunte del consumo, según el informe. Las firmes medidas de política adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE) también han incrementado la confianza y mejorado las condiciones financieras.
Entre las principales economías, el crecimiento en Alemania continúa siendo un poco superior al 1½%, en tanto que España está recuperándose con fuerza. Italia está dejando atrás tres años de recesión, y la actividad en Francia repuntó a comienzos de este año.
Los factores que impulsan la recuperación son el abaratamiento del petróleo, una política monetaria más expansiva y el debilitamiento del euro, gracias a lo cual se prevé que el crecimiento en la zona del euro aumentará moderadamente a 1,5% este año y a 1,7% en 2016.
Pero las perspectivas a mediano plazo son menos favorables. “Varios factores empañan las perspectivas de crecimiento para los próximos cinco años”, señaló Mahmood Pradhan, jefe de misión en la zona del euro. “Factores como el alto desempleo, sobre todo entre los jóvenes; una fuerte deuda empresarial, y un aumento de los préstamos en mora en el sistema bancario”. El lento avance de las reformas estructurales también ha sido perjudicial para el clima empresarial y ha reducido el crecimiento potencial. Como resultado, la zona del euro sigue siendo vulnerable a los shocks. “Un shock moderado que afecte la confianza —ya sea debido a un menor crecimiento previsto en el futuro o una agudización de las tensiones geopolíticas— podría provocar un estancamiento prolongado en toda la zona”, dijo Pradhan.
Para contrarrestar los riesgos de estancamiento, el informe insta a redoblar los esfuerzos colectivos para afianzar la recuperación y hacer más resistente a la unión monetaria.
Afianzar la demanda
Es esencial seguir llevando a cabo el programa ampliado de compra de activos, o expansión cuantitativa, según el informe. “Es cierto que la expansión cuantitativa ya ha mejorado las condiciones financieras y elevado las expectativas inflacionarias, pero la experiencia internacional indica que su impacto en la economía real demorará un tiempo más”, explicó Pradhan. Pero el fortalecimiento de los balances de los bancos podría amplificar considerablemente el impacto de la expansión cuantitativa a través de un aumento de los préstamos para reactivar el crecimiento del crédito. Aunque en la actualidad hay pocos indicios de escasez en los mercados de bonos soberanos, el BCE debería elaborar un marco común de préstamos de títulos para incrementar la disponibilidad de garantías para los participantes del mercado. Las políticas macroprudenciales deben ser la primera línea de defensa contra los riesgos potenciales para la estabilidad financiera.
En lo que se refiere a la política fiscal, el informe alienta a los países a cumplir sus compromisos en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Los países con un espacio presupuestario limitado (como Francia y Portugal) deben ahorrar los ingresos extraordinarios por intereses de la expansión cuantitativa para reducir la deuda. Otros (como Alemania y los Países Bajos) deben usarlos para apoyar la inversión y reformas estructurales. Hacer esto ahora, en un período de tasas de interés bajas, puede tener un efecto potente en el crecimiento. Se insta además a acelerar la iniciativa de inversión centralizada (“Plan Juncker”) para apoyar la demanda, sobre todo en países con margen limitado de maniobra fiscal.
Sanear los balances de los bancos para apoyar nuevos préstamos
La evaluación integral de los bancos europeos realizada por el BCE en 2014 reforzó la transparencia y afianzó las posiciones de capital. Pero aun así, el informe indica que los préstamos en mora han seguido aumentando y han alcanzado niveles peligrosamente altos en algunas economías, lo cual erosiona la rentabilidad de los bancos y bloquea capital que podría destinarse a apoyar créditos nuevos. Una reducción expedita de la cartera en mora podría generar una importante capacidad para conceder nuevos préstamos, en particular en países con altos índices de préstamos incobrables.
Hay tres medidas complementarias que permitirían eliminar los préstamos incobrables de los balances rápidamente: reforzar la supervisión prudencial; emprender reformas del régimen de insolvencia a fin de acelerar los procesos judiciales y facilitar los acuerdos extrajudiciales, y crear un mercado para préstamos para ayudar a la reestructuración de las empresas. Las empresas de gestión de activos, por ejemplo, podrían ayudar a los bancos a trabajar con los inversionistas para librarse de los préstamos incobrables. En ciertos casos, la participación del sector público en las empresas de gestión de activos puede ser beneficiosa, siempre que esté sujeta a las reglas de ayuda estatal de la Unión Europea.
Impulsar reformas dentro de un marco de gestión de gobierno más sólido y sencillo
El informe exhorta a las autoridades a aprovechar las oportunidades creadas por la mejora cíclica y la holgura monetaria para acelerar las reformas estructurales. A escala de los países, las prioridades son facilitar la contratación y el despido de personal; mejorar el clima empresarial, y promover la competencia. A escala regional, las prioridades consisten en implementar de inmediato la Directiva de Servicios para eliminar barreras nacionales vigentes desde hace mucho tiempo; reforzar los regímenes de insolvencia, y promover con más fuerza un solo mercado para el capital, el transporte, la energía y la economía digital.
El informe además aboga por un marco de gestión de gobierno más sólido y sencillo para respaldar los mencionados esfuerzos, cuyos componentes clave serían los siguientes: evaluación de las reformas en función de los resultados obtenidos (resultados claramente observables y mensurables), supervisión más estricta de la Unión Europea con menor discreción en la aplicación de las reglas vigentes, y mejores incentivos financieros para las reformas. Una unión de mercados de capital ayudaría a diversificar las fuentes de financiamiento para las empresas pequeñas y medianas, reducir la dependencia del crédito bancario y promover el financiamiento transfronterizo.
El marco fiscal se ha tornado más complejo a raíz de las reformas de los últimos años, señala el informe. Para que sea más eficaz, el marco debería simplificarse, centrándose en dos pilares fundamentales: un ancla fiscal única (deuda pública/PIB) y una sola meta operativa (una regla de crecimiento del gasto) vinculada al ancla.
Fuente: FMI – Fondo Monetario Internacional