¿La Reforma Tributaria apuesta más por la economía o por la equidad?
Una de las principales intenciones que tiene la aplicación de la Reforma Tributaria que se presentará a mitad de este año, es la búsqueda de un sistema tributario más equitativo, para grandes y pequeñas empresas, para personas naturales y jurídicas. Uno de los debates que ha generado esto es pensar si está en función de la economía o si es en función de un sistema equitativo, puesto que también otro de los objetivos de esta propuesta es controlar la evasión de impuestos, lo que estaría a favor de este ingreso al presupuesto nacional. Aunque también hay que tener en cuenta que esto es un mercado social que debe contribuir al bienestar general.
Redacción INCP a partir de artículo publicado por El Colombiano – Por Francisco Cortés Rodas
Para mayor información, puede referirse al artículo titulado “Reforma tributaria: ¿en función de la economía o de la igualdad?” de la fuente El Colombiano – Por Francisco Cortés Rodas.
Reforma tributaria: ¿en función de la economía o de la igualdad?
Una de las causas de que se produzca una sistemática violación de las normas que regulan la competencia es la ausencia de una justicia penal eficiente, la cual es manifestación de la debilidad estatal. Esta debilidad está acompañada de una debilidad social, puesto que la sociedad colombiana es excesivamente tolerante con la ilegalidad. Otra hipótesis explicativa de este fenómeno es que una parte del empresariado, mediante la utilización instrumental de la ideología neoliberal, ha justificado el incumplimiento de las obligaciones que ellos tienen frente a sus trabajadores y la sociedad.
Un ejemplo que nos puede servir para mostrar esto son las discusiones sobre la reforma tributaria que se deben adoptar en el país, dadas las variables del crecimiento económico y la desigualdad. Las políticas impositivas regresivas, que se impusieron con la globalización neoliberal desde finales del siglo pasado, las cuales gravaron con tasas más bajas a los más ricos y más altas a los más pobres, produjeron un aumento de las desigualdades en el mundo y en Colombia. Esto se tradujo en que los ingresos de los más ricos han aumentado y los de los más pobres han disminuido. Esto a la vez está determinado, entre otras cosas, por el cambio radical en la política de impuestos que exime los ingresos del capital de los impuestos y desconoce las obligaciones del régimen progresivo del impuesto sobre el ingreso.
Frente a esta situación se argumenta, en la perspectiva de un liberalismo social, que la desigualdad en Colombia, una de las más altas en el mundo, no se podrá superar si se mantiene este sistema impositivo que reduce el impuesto sobre los beneficios de las empresas y exceptúa los dividendos y otros ingresos financieros. No obstante, los empresarios, industriales, etc., rechazan como inaceptable esta propuesta de reforma. El proyecto de un impuesto universal y progresivo al capital, a lo Piketty, es un asunto inviable y utópico, que frenaría el dinamismo del crecimiento y de las inversiones, escribe José Manuel Restrepo. Esto, vale recordarlo, es un argumento del neoliberalismo, con el cual se crítica la injerencia del Estado en la dinámica de la economía.
Frente al problema de la pobreza en Colombia, el liberalismo social sostiene que sería posible pensar que se puede mejorar la distribución del ingreso gravando más los ingresos más altos. Sin embargo, el economista Santiago Montenegro señala que los efectos de estas políticas sobre la desigualdad no son tan claros y evidentes en un país como el nuestro. Las causas de la pobreza dependen más bien de una deficiencia estructural en las instituciones públicas y en la economía, y no dependen exclusivamente de la distribución del ingreso.
Estos son asuntos técnica y políticamente complicados, pero esta discusión no puede ser hecha exclusivamente en función de los intereses de la economía. El debate sobre una reforma tributaria estructural debe enmarcarse en una concepción más compleja de sociedad que comprenda el crecimiento económico en una relación horizontal con la idea de que el mercado es social y debe contribuir a generar el bienestar general .
Fuente: El Colombiano – Por Francisco Cortés Rodas