Se estudia propuesta para reforma arancelaria en el país
Una propuesta que invite a una reforma del arancel aduanero, no es una realidad lejana en este momento. Así lo está mostrando el ex codirector de la Junta del Banco de la República, Juan José Echavarría, en conjunto con técnicos del Ministerio de Comercio y el sector privado, puesto que están estudiando la posibilidad de una reforma. Este no es un proceso sencillo, y como lo han indicado, hay ciertos temas que han generado mayor preocupación, por ejemplo, la dispersión en los aranceles y el contrabando técnico.
Redacción INCP a partir de artículo publicado por El Tiempo
Para mayor información, puede referirse al artículo titulado “Lupa a aranceles para tapar grietas de la competitividad” de la fuente El Tiempo.
Lupa a aranceles para tapar grietas de la competitividad
La dispersión en los aranceles y el contrabando técnico son dos de las mayores preocupaciones en materia de estudio por parte de Juan José Echavarría, ex codirector de la Junta del Banco de la República, junto con técnicos del Ministerio de Comercio y el sector privado, que avanzan en la propuesta de una reforma al arancel de aduanas.
El trabajo, encomendado por el Gobierno al ex miembro del Emisor, tiene como propósito mirar cómo está el panorama arancelario hoy en día. Hasta el momento, el equipo de trabajo ha concluido que el arancel promedio de Colombia es realmente bajo.
Para Mariana Sarasti, viceministra de Comercio Exterior, antes que un revolcón lo que se ha logrado con el estudio es una buena divulgación y socialización con muchos sectores: académicos, empresarios y los gremios.
Y en lo que hace referencia a la dispersión encontrada, la funcionaria señala que “para diferentes partidas la varianza es muy alta, es decir, unos están muy bajitos y otros, muy altos. En el promedio no estamos altos, pero hay algunos que tienen unas distorsiones importantes y eso es lo que estamos revisando para ver si vale la pena disminuir esa dispersión en el sistema arancelario”, afirmó Sarasti.
De acuerdo con la funcionaria, parte del problema derivado de tener diferencias tan altas radica en dos temas: uno es el de las protecciones efectivas negativas, que es cuando hay un producto final y la competencia importada del mismo entra con un arancel muy bajo, es decir, el producto final compite contra el importado, pero los insumos para producirlo tienen aranceles muy altos.
Algo que no tiene sentido desde la política pública, porque debería ser el mismo arancel o buscar la manera de no afectar al productor final poniéndoles más caros sus insumos al aplicarles altos aranceles. Y ese es el tipo de casos que están analizando para que no se presenten.
Javier Díaz, presidente de Analdex, coincide en que lo que el Gobierno quiere es ver cómo reduce dispersiones arancelarias y refuerza que lo que han encontrado es que en un mismo capítulo del arancel hay unos muy diferentes. La idea entonces es ver cómo achatar esas distancias, o si es mejor manejar dos niveles de arancel.
“Nosotros teníamos un arancel que se armó años atrás cuando estábamos gestionando la zona de libre comercio andina y los criterios que se utilizaron en ese momento para determinar la protección eran de acuerdo con el grado de elaboración de los productos, entonces se partía de un arancel de 5, 10, 15 o 20. Entonces un producto primario tenía 5, pero si ya tenía un grado de transformación, 10; en el siguiente, 15, y ya uno terminado sí podía tener 20”, explica Díaz.
Sin embargo, para el directivo, en la parte agrícola hay aranceles diferentes y franjas de precios; y que algo similar ocurre en lo industrial con varios tipos de aranceles, por ejemplo los carros.
“Entonces lo que dice el estudio de Juan José es que el cabildeo de algunos sectores llevó a manejar aranceles mucho más altos y al mismo tiempo a presentar dispersiones, y por eso lo que se quiere es no tener cuatro niveles sino de pronto dos y achatar esa dispersión. Ese es el objetivo”, agregó el presidente de Analdex.
Ahora, lo que viene es toda la discusión con agricultura, porque a la industria le preocupa que si en un momento le van a bajar los aranceles tienen que mirarlo por cadenas industriales, porque buena parte de ellas tienen su origen en productos agrícolas.
“Si a mí las materias primas que son de origen agrícola me las dejan arriba y me bajan el arancel para los productos transformados, pues me matan, porque saldría mejor traer el producto terminado que hacer la elaboración aquí. Esa es la discusión. No es fácil: es dura, pero eso es parte de lo que se está discutiendo”, advirtió Díaz.
Medida que evite el delito
Una consecuencia de un arancel disperso, según Mariana Sarasti, viceministra de Comercio, es que eso conlleva al contrabando técnico, que ocurre cuando se importa un bien por una partida que no corresponde, aunque sean parecidos, pero tienen aranceles diferentes.
“Eso pasa mucho en el país, donde gran parte del contrabando es técnico, pero si se tienen unos aranceles que sean más homogéneos se puede evitar esa clase de contrabando. Entonces esas son las dos cosas que queremos tratar de revisar con esa reforma arancelaria”, agregó la Viceministra.
Ese trabajo, dice, empezó hace aproximadamente un año y ahora están en la etapa de hablarlo con los gremios, quienes quieren hacer propuestas de cómo sería ya en la práctica. “Estamos dice Sarasti analizando cuál sería la recomendación final para llevarla al Gobierno y que sea el Consejo Superior de Comercio Exterior, en cabeza del Presidente de la República, quien tome una decisión sobre esa reforma”.
Pese a que no hay un tiempo fijado para definir este tema, Javier Díaz sostuvo que tampoco es algo que pueda quedarse así de forma indefinida y por eso espera que en la reunión programada para este mes sepan si eso va o no, y qué va a pasar.
Fuente: El Tiempo