Estado de flujos, una herramienta indispensable para todo auditor

Estado de flujos, una herramienta indispensable para todo auditor

liquidarEl estado de flujos de efectivo es un estado financiero que debe mostrar información condensada referente a un período en específico. Este informe permite, para los usuarios de la información financiera, evaluar más detalladamente la capacidad de la entidad para generar efectivo, su capacidad de cumplimiento de obligaciones financiadas por terceros, entre otros. Teniendo en cuenta esto, es posible concluir que dependiendo de la situación económica de la empresa, un estado de flujo de efectivo llega a ser indispensable para realizar una evaluación apropiada de la estabilidad y situación financiera de la empresa, y de esta forma poder tomar las decisiones correctas de inversión o de financiamiento.

 Redacción INCP a partir de artículo publicado por Veritas Online – Por  Francisco Antonio Castro y del Valle

 Para mayor información, puede referirse al artículo titulado “Estado de flujos de efectivo – Lo que todo auditor debe saber” de la fuente Veritas Online – Por  Francisco Antonio Castro y del Valle.

Estado de flujos de efectivo – Lo que todo auditor debe saber

 El usuario general de la información financiera (aquel que no está en posición de requerir a una entidad que prepare informes diseñados para satisfacer sus necesidades particulares) requiere información que le sea útil para la toma de decisiones económicas, es decir, que le permita evaluar el desenvolvimiento de la entidad y le proporcione elementos de juicio para evaluar su solvencia y liquidez, así como el comportamiento futuro de los flujos de efectivo, entre otros aspectos.

 El Estado de Flujos de Efectivo proporciona información relevante y condensada relativa a un determinado período, que permite a los usuarios de los estados financieros tener elementos adicionales a los provistos por los otros estados financieros para:

  1. Evaluar la capacidad de la entidad para generar recursos.
  2. Conocer y evaluar las razones de las diferencias entre la utilidad neta y los recursos generados o utilizados por la operación.
  3. Evaluar la capacidad de la entidad para cumplir con sus obligaciones con los terceros que le han proporcionado financiamiento y, en su caso, anticipar la necesidad de obtener financiamiento adicional.
  4. Evaluar los cambios en la situación financiera de la entidad, originados por sus diferentes tipos de transacciones durante el período.

Este estado es importante, no sólo porque proporciona información relativa al impacto de las operaciones de la entidad en su efectivo y equivalentes de efectivo, sino porque, además, con base en él se pueden conocer las fuentes que generaron los flujos de efectivo y la aplicación que se hizo de tales flujos de efectivo en el período.

Para proporcionar en una forma adecuada la información que requiere el usuario general, este estado clasifica los flujos de efectivo en tres grandes apartados: operación, inversión y financiamiento.

Se consideran actividades de operación las relativas a la principal fuente de ingresos de la entidad, como la producción y distribución de bienes, y la prestación o recepción de servicios. En estas también se incluyen los instrumentos financieros de negociación y los intereses y dividendos relativos a ellos. En el caso de entidades financieras, se incluyen los intereses cobrados y pagados, ya que forman parte de su actividad principal. Los flujos de efectivo provenientes de estas actividades son un indicador de la medida en que la entidad ha generado fondos líquidos para mantener su capacidad de operación, efectuar nuevas inversiones (sin recurrir a otras fuentes de financiamiento) y, en su caso, pagar financiamientos y dividendos.

Las actividades de inversión incluyen el otorgamiento y cobro de préstamos (excepto en instituciones financieras), compra y venta de deudas, de instrumentos de capital, de propiedades, planta y equipo y otros activos productivos distintos de los inventarios, así como los intereses pagados (diferentes de los que se incluyen en actividades de operación). Asimismo, incluyen la adquisición y disposición de subsidiarias y otros negocios, cuyos flujos deben presentarse en un solo renglón por separado, que involucre toda la operación, en lugar de presentar la adquisición o disposición individual de los activos y pasivos de dichos negocios, y netos del saldo de efectivo y equivalentes adquirido o dispuesto, y del impuesto a la utilidad de las disposiciones. En actividades de inversión se incluyen también los dividendos relativos a las inversiones en subsidiarias, asociadas y negocios conjuntos. Representan la medida en que la entidad ha canalizado recursos a partidas que generarán ingresos y flujos de efectivo en el mediano y largo plazo.

Las actividades de financiamiento incluyen la obtención de recursos de los accionistas o propietarios, netos de los gastos de emisión, en su caso, y el reembolso o pago de los beneficios derivados de su inversión. Asimismo, incluyen préstamos recibidos o emisión de deuda y su liquidación, y pagos para reducir la deuda pendiente de arrendamientos capitalizables u otros financiamientos similares. También incluyen la compra o venta de acciones de una subsidiaria a la participación no controladora, ya que se considera que esta es una transacción entre accionistas o propietarios. Este apartado también muestra la capacidad de la entidad para restituir a sus acreedores financieros y a sus propietarios los recursos que canalizaron a la entidad.

Debido a que existen eventos que no se pueden encuadrar en alguno de los tres apartados mencionados, se incluye un rubro adicional denominado “Efectos por Cambios en el Valor del Efectivo”, en el que se presentan: los efectos de conversión a la moneda de informe de los saldos y flujos de efectivo de operaciones extranjeras; los efectos por inflación asociados con saldos y flujos de efectivo de cualquiera de las entidades integrantes de la entidad económica consolidada que se encuentre en un entorno económico inflacionario; y los efectos en los saldos de efectivo y equivalentes de efectivo de cambios en su valor resultantes de fluctuaciones en el tipo de cambio.

 Para la conversión de la moneda funcional a la moneda de informe de una operación extranjera, en un entorno económico no inflacionario, los flujos de efectivo del período se convierten al tipo de cambio histórico (pudiendo usar, por razones prácticas, un tipo de cambio ponderado, siempre y cuando los tipos de cambio no hayan variado en forma significativa durante el período); el saldo inicial de efectivo, al tipo de cambio de cierre del período anterior, y el saldo final de efectivo, al tipo de cambio de la fecha de cierre del período actual. Si la operación extranjera se encuentra en un entorno inflacionario, los tres conceptos mencionados se convierten al tipo de cambio de cierre del periodo actual. El efecto por conversión resultante se presenta en el rubro denominado efectos por cambios en el valor del efectivo antes mencionado.

Para presentar y determinar los flujos de efectivo de las actividades de operación, se pueden usar dos métodos: directo e indirecto.

De acuerdo con el método directo, deben presentarse por separado las principales categorías de cobros y pagos, en términos brutos, ya sea utilizando directamente los registros contables de la entidad, o bien, modificando cada uno de los rubros del estado de resultados o de actividades por: cambios en cuentas por cobrar, por pagar e inventarios; otras partidas sin reflejo en el efectivo y equivalentes de efectivo; así como otras partidas que se consideran flujos de efectivo de inversión o de financiamiento. Como mínimo, deben presentarse las siguientes actividades de operación: cobros en efectivo a clientes, pagos en efectivo a proveedores de bienes y servicios, pagos en efectivo a los empleados y pagos o cobros en efectivo por impuestos a la utilidad.

Con el método indirecto, los flujos de efectivo se determinan, preferentemente, partiendo de la utilidad o pérdida antes de impuestos, o del cambio neto en el patrimonio contable, aumentando o disminuyendo los efectos de partidas asociadas con: actividades de inversión y actividades de financiamiento, así como cambios en los rubros de corto o largo plazo que forman parte del capital de trabajo de la entidad.

En conclusión, se puede decir que, dada la situación económica actual, el estado de flujos de efectivo es indispensable para poder realizar una evaluación adecuada de la situación financiera y estabilidad de las empresas, para tomar decisiones de inversión o financiamiento.

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Fuente: Veritas Online – Por  Francisco Antonio Castro y del Valle

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