Auditores internos y directivos se reúnen en la Habana para hablar sobre la relación entre la auditoría y la gestión administrativa

Auditores internos y directivos se reúnen en la Habana para hablar sobre la relación entre la auditoría y la gestión administrativa

indicadores-1En la Habana, Cuba, se reunieron directivos y auditores internos de distintas empresas de este país. El motivo de esta era lograr debatir algunos temas referentes a auditoría que preocupan a muchas de las empresas puesto que la armonización entre la gestión administrativa junto con la auditoría no se logra aún. Los índices de corrupción y fraude se ven incrementados por la misma razón, por lo tanto fue necesario plantear y analizar los factores que no permiten completar la cooperación entre la actividad de auditoría y la gestión. 

Redacción INCP a partir de artículo publicado por Granma (Cuba) – Por

Yudy Castro Morales 

Para mayor información, puede referirse al artículo titulado “Convertir el control en una herramienta de dirección – Cuba” de la fuente Granma (Cuba) – Por Yudy Castro Morales. 

Convertir el control en una herramienta de dirección – Cuba

Aunque la función del auditor interno resulta medular como apoyo y soporte de la gestión administrativa, aún no se logra en muchas entidades esa simbiosis necesaria que estimule la prevención y haga efectivo el enfrentamiento a aquellos actos que laceran la eficiencia y constituyen caldo de cultivo para las indisciplinas y los hechos de corrupción.

Justo por ello, tuvo lugar recientemente un encuentro entre directivos y auditores internos de la capital, con el propósito de fortalecer el trabajo conjunto e identificar posibles soluciones a problemas comunes. En todas las provincias se prevén intercambios similares para promover el análisis en los centros laborales e involucrar a los trabajadores.

Durante la jornada, Mirian Marbán, contralora jefa provincial de La Habana, hizo referencia a las vulnerabilidades detectadas con mayor frecuencia en el territorio, teniendo en cuenta las auditorías practicadas, las investigaciones de quejas y denuncias y los hechos de corrupción reportados.

Las mayores irregularidades, dijo, se concentran, como se ha dicho en otras ocasiones, en la contabilidad, la contratación, las cuentas por cobrar y pagar, los pagos indebidos, los inventarios, el control del combustible, así como los procesos de entrega y recepción de cargos, aspectos que por reiterados y nocivos urge ponerles coto.

Y pese a tener bien identificadas las debilidades todavía no se ha logrado, a su juicio, integrar el Sistema de Control Interno a la gestión empresarial e involucrar a todos los colectivos laborales; persisten insuficiencias en los procesos de planificación y falta integralidad en los análisis de las administraciones.

De igual forma, aseguró, es muy fluctuante el personal de las áreas económicas y contables, sin desconocer la inobservancia de la legalidad por algunos directivos, ya sea por desconocimiento o negligencia y sobre todo, aún resulta escasa la comprensión del papel que desempeña el auditor interno como elemento esencial en el control previo.

Ante estas problemáticas, Gladys Bejerano Portela, vicepresidenta del Consejo de Estado y contralora general, llamó la atención sobre los peligros que entraña hacerle el juego a la ineficiencia económica, la cual le abre las puertas a las ilegalidades y la corrupción. Ello, advirtió, “fomenta un clima de insatisfacción y pérdida de autoridad, escenarios que sin dudas serán aprovechados para la subversión ideológica”.

Bejerano Portela insistió además en la responsabilidad de los auditores de prevenir, alertar sobre posibles fallas; pero el control interno compete a todos, y debe entenderse como componente inseparable de cada proceso, ya sea productivo o de servicios, y como una herramienta imprescindible de dirección.

No puede existir espacio para la tolerancia y la impunidad, para la resignación a lo mal hecho. Hay que romper el cerco de las insuficiencias”, aseveró, al tiempo que reconoció la necesidad de elevar el nivel de preparación de los profesionales.

En sus intervenciones, varios directivos aludieron al bajo completamiento de las plantillas, lo cual deja su huella en el control y a su vez, insistieron en la importancia de perfeccionar la atención personal y laboral que reciben los auditores en sus centros de trabajo.

No obstante, Humberto Camilo Hernández, miembro del buró ejecutivo del Comité Provincial del Partido en La Habana, afirmó que “el principal auditor de una entidad es el director, de ahí la importancia de conocer los procesos, palpar los problemas y no creer ciegamente en otros”.

Mientras, la presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular en la capital, Martha Hernández, insistió en la necesidad de erradicar aquellos problemas cuya solución solo depende de la voluntad de los jefes, sus equipos de dirección y los colectivos laborales, especialmente ahora en medio de la actualización de nuestro modelo económico.

La labor de los auditores internos, acotó Gladys Bejerano, resulta vital para las administraciones a la hora de conducir con acierto las empresas. “No se trata solo de enfrentar el delito, sino de accionar juntos en pos de prevenirlo”. 

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Fuente: Granma (Cuba) – Por Yudy Castro Morales

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