¿Quiénes son los responsables de disuadir y detectar el fraude?
Se creería que saber quién está a cargo de la detección y la disuasión del fraude está claro para todos. Pero sucede al contrario, en algunas ocasiones la Dirección, los Comités de Auditoría, los auditores internos y externos, no tienen claro quién será el responsable de esta tarea dentro de la organización. En tal sentido, será prudente acotar a las normas de auditoría, las cuales indican y establecen que la responsabilidad de la prevención y la detección del fraude le competen a la Dirección y también a quienes están a cargo del proceso. No obstante, los resultados de la encuesta “Colaboración Anti-Fraude” arrojaron que en su mayoría, consideran que solo a cargo de la Dirección está la disuasión del fraude y que la detección se le asignó a la auditoría externa. Afirma el estudio que solo el 2 % de los directores piensan que tienen un rol relevante en la detección de fraude en los reportes financieros.
Redacción INCP a partir del artículo publicado por Auditool
Para mayor información, puede referirse al artículo titulado “Detección y disuasión del fraude… ¿Quién está a cargo?” de la fuente Auditool.
Detección y disuasión del fraude… ¿Quién está a cargo?
Cuando se trata de quién es responsable de disuadir y detectar un fraude, la Dirección, los Comités de Auditoría y los auditores externos e internos no siempre saben quién “está a cargo”.
La Colaboración Anti-fraude que incluye al Centro de Calidad de Auditoría (CAQ 1), los Directores Financieros Internacionales (FEI 2), el Instituto de Auditores Internos (IIA 3), y la Asociación Nacional de Directores Corporativos (NACD 4) organizó un estudio y una mesa redonda en Estados Unidos con los actores clave en el proceso de reporte financiero. Se le preguntó a los grupos acerca de sus expectativas frente al papel de cada participante en la detección y disuasión del fraude en los reportes financieros. Esto es interesante porque cuando la gente habla de la “diferencia de expectativas”, generalmente se centra en la discrepancia entre lo que los inversionistas piensan que los auditores hacen y lo que ellos en realidad hacen en una auditoría. Es evidente que esta “diferencia de expectativas” también aplica a aquellos que trabajan cerca de los auditores –especialmente la Dirección, los auditores internos y el Comité de Auditoría.
Las normas de auditoría establecen que la responsabilidad primaria en la prevención y detección del fraude, le corresponde tanto a los encargados de la dirección (el Comité de Auditoría), como a quienes gestionan el proceso. Sin embargo, esto no fue corroborado en la encuesta de la Colaboración Anti-fraude. Mientras la vasta mayoría de los encuestados indicó que la Dirección tenía la responsabilidad primaria en la disuasión del fraude; los miembros del Comité de Auditoría y los auditores internos asignaron la responsabilidad de la detección del fraude a auditoría externa. De hecho, solo el 2 % de los directores encuestados cree jugar un papel primordial en la detección de reportes financieros fraudulentos. Por otra parte, el 75 % de los directores están muy seguros de poder identificar un potencial error de fondo en los reportes financieros debido al fraude. Sin embargo, los demás participantes del proceso de elaboración de reportes financieros no comparten el nivel de convencimiento de los directores. Por ejemplo, solo el 46 % de los auditores confían en la idoneidad de los directores y del Comité de Auditoría para identificar dichos errores.
A los encuestados se les planteó la pregunta: “¿Qué tan factible es para ustedes disuadir/detectar un reporte financiero que muestra fraude?” De los cuatro grupos, gestión obtuvo el mayor puntaje – 4,2 (disuadir) y 3,7 (detectar) respectivamente, con 5 siendo “bastante probable” y 1 siendo “para nada probable”. Algunos inversionistas pueden pensar que 3,7 es un puntaje bajo cuando se trata de la detección de reportes financieros fraudulentos. Pero, para fines funcionales, el puntaje individual de los cuatro grupos demuestra que una detección y disuasión efectivas del fraude dependen de que los cuatro grupos ejerzan sus roles apropiadamente. El resumen del estudio realizado afirma:
“Se requiere que los equipos complementarios trabajen juntos para diseñar, operar, y supervisar controles que mitiguen el riesgo de errores substanciales relacionados con fraudes en los reportes financieros”.
Una conclusión clave de la mesa redonda fue que para abordar la brecha de expectativas existente entre los participantes del proceso de reporte financiero; se necesita establecer una conversación abierta y amigable con las divisiones de auditoria interna y externa, el Comité de Gestión y el Comité de Auditoría. Esto contribuiría en gran medida a resolver la gran diferencia de expectativas entre los participantes de la elaboración del reporte financiero y el público inversionista.
Se concluye, entonces, que las interacciones apropiadas ―incluyendo comunicación formal e informal― entre los diferentes grupos que intervienen en el proceso de reporte financiero pueden influenciar la calidad de la auditoría. Por lo tanto, se puede observar un vínculo entre las conclusiones de la Colaboración Anti-fraude y el mejoramiento de la calidad de la auditoría.
Mantengamos la conversación
¿Están los auditores y los Comités de Auditoría teniendo conversaciones sinceras y abiertas acerca de la detección y disuasión del fraude? ¿Le parece a usted que las conclusiones de la colaboración anti-fraude son correctas?
Fuente: Auditool