Sobornos: una lacra económica
La lucha contra el soborno es una causa global. Sus nefastas consecuencias afectan a cualquier país que lo sufra: desanimar a los inversores, aumentar la carga económica para los más desfavorecidos, margina y limita los mercados globales, reduce el crecimiento económico, entre otras. Es por esto que entidades mundiales y fiscalías de diferentes naciones se han vuelto más estrictas con casos de soborno, estableciendo sanciones como la extinción del contrato e inhabilidades.
Redacción INCP a partir del artículo publicado en Fraude Interno
Para mayor información, puede revisar el artículo titulado “Sobornos: una lacra económica” de la fuente Fraude Interno.
Sobornos: una lacra económica
Según un estudio de Transparencia Internacional, el 27% de los 3.000 hombres de negocios que fueron encuestados informaron de que habían perdido negocios debido a los sobornos por parte de sus competidores.
Algunos de los daños causados por el soborno a los países, organizaciones y/o individuales:
- Reduce el crecimiento económico
- Desanima a la posible inversión
- Margina y limita los mercados globales
- Deteriora el apoyo a la ayuda económica
- Aumenta la carga económica para los más desfavorecidos
- Disminuye el nivel de vida de las personas
En relación con tema o factores legales, distintas convenciones internacionales han trasladado que requieren a los países que tipifiquen como delito el soborno y tomen medidas eficaces para prevenirlo y tratarlo.
Algunas instituciones u organizaciones de relevancia internacional son la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre el Soborno de Funcionarios Públicos Extranjeros en Transacciones Comerciales Internacionales.
La mayoría de los países han incluido o fortalecido su legislación contra el soborno, y esto hace que sea una ofensa para las organizaciones y los individuos pagar o recibir sobornos. La responsabilidad de los individuos puede incluir encarcelamiento, multas y destitución del empleo, mientras que para las organizaciones supone multas, inhabilitación y extinción de contratos. Agencias de la Fiscalía en todo el mundo están empezando a investigar y procesar a las compañías e individuos por soborno.
Fuente: Fraude Interno