OMC recorta de forma drástica previsión de crecimiento de comercio mundial
La Organización Mundial del Comercio (OMC) rebajó drásticamente este martes su previsión de crecimiento del comercio mundial para 2016, advirtiendo que se trata de la expansión «más lenta desde la crisis financiera».
Según las últimas estimaciones, el comercio mundial debería progresar 1,7% este año, mucho menos que el 2,8% previsto en abril.
Esta desaceleración «se debe a una caída más fuerte de lo previsto del volumen del comercio de mercaderías en el primer trimestre (-1,1% en relación al trimestre anterior, medido por el promedio de exportaciones e importaciones corregidas de las variaciones estacionarias) y a una reactivación más débil de lo previsto en el segundo trimestre (+0.3%)», observa la OMC en un comunicado.
Según la OMC la desaceleración del crecimiento del PIB y del comercio en las economías en desarrollo, como China o Brasil, pero también en América del Norte, son la causa de este nuevo dato.
La previsión para 2017 también fue revisada y el crecimiento del comercio se situaría entre 1,8% y 3,1% contra 3,6% previstos anteriormente.
«La impresionante desaceleración del comercio es grave y debería servir de señal de alarma», comentó el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, citado en el comunicado.
«Es particularmente inquietante dada la hostilidad creciente a la globalización», agregó.
La OMC anticipa por otra parte que el PIB real en el mundo debería aumentar 2,2%.
«Si la proyección revisada se confirma, 2016 será el año en que por primera vez en 15 años el ratio comercio/crecimiento del PIB mundial caerá por debajo de 1 por 1», señala la OMC.
Varias señales apuntan a una recuperación del comercio mundial en el segundo semestre, como la progresión del tráfico de los puertos de contenedores o el aumento de los encargos para la exportación en Estados Unidos.
Pero «varias incertidumbres pesan en las perspectivas» para el resto del año y el año próximo, añade.
«Como por ejemplo la volatilidad financiera debida a los cambios que afectan la política monetaria de los países desarrollados, la posibilidad de que los discursos contra el comercio se reflejen cada vez más en las políticas comerciales y los efectos potenciales del voto sobre el ‘Brexit’ en Gran Bretaña», indica.
Fuente: El Espectador