Reina pesimismo en las proyecciones para el sector económico de las economías emergentes
John-Paul Smith es un estratega que afirmó que en el 2016 no se ven señales de cambio, además que la situación actual se parece mucho a la que se presenció a finales de los años noventa. Por el contrario varios alcistas de firmas administradoras de dinero han pronosticado buenos movimientos por parte de los activos de los países en desarrollo. Sin embargo Smith se mantiene pesimista debido a dos razones, la primera en relación a China, por la desaceleración de su economía y la gran pérdida de activos en las grandes empresas a casusa de la desvaloración de los precios de las materias primas, y segundo, debido a la incapacidad de progreso en la reducción de la intervención de los estados en las economías nacionales en desarrollo.
Redacción INCP a partir de artículo publicado por La República
Para mayor información, puede referirse al artículo titulado “Advertencias sobre el panorama que enfrentan los mercados emergentes” de la fuente La República.
Advertencias sobre el panorama que enfrentan los mercados emergentes
Si John-Paul Smith tiene razón, algunos de los inversionistas más importantes del mundo se están preparando para una gran decepción. El estratega que reside en Londres, uno de los pocos que anticipó la caída de los mercados emergentes que comenzó en 2011, no ve señales de cambio y dice que el entorno actual se asemeja al de fines de los noventa, cuando las crisis en el sudeste asiático y en Rusia enturbiaron a todos los activos.
Su posición se contrapone con los pronunciamientos alcistas de las firmas administradoras de dinero como BlackRock Inc., Franklin Templeton y Research Affiliates LLC – asesor de Pacific Investment Management Co. que predice que los activos de los países en desarrollo podrían convertirse en la próxima “operación de la década”.
Considera dos razones principales para ser pesimista. La primera es la falta de progresos en cuanto a la reducción de la intervención del estado en las economías de las naciones en desarrollo, una parte clave de su tesis hace cinco años sobre las tendencias bajistas. Smith cita la incapacidad de Brasil para salir del “capitalismo de Estado”, un modelo que ha colaborado en hundir la economía de ese país en la peor recesión en un siglo. También se preocupa por Rusia, Turquía y Polonia, donde dice que los diseñadores de políticas se están moviendo en un sentido más “autoritario”.
Otra de las grandes preocupaciones de Smith es China, donde prevé una crisis financiera que la afectará este mismo año. Están por aparecer los incumplimientos de préstamos en tanto los prestatarios acumulan deudas para pagar los préstamos que han tomado, mientras que las empresas se enfrentan a “importantes” pérdidas de activos a medida que la economía se desacelera y se hunden los precios de las materias primas.
“Existe una gran posibilidad de que China y Brasil, en particular, deban atravesar algún tipo de crisis económica o financiera”, dijo.
Finalmente, Smith admite que el rendimiento relacionado con las deudas en los mercados emergentes ha resultado más atractivo en un mundo con tasas de interés bajísimas y dice que las divisas de algunas de las naciones en desarrollo, en particular el rand sudafricano y el peso mexicano, se ven devaluadas.
Sin embargo no está convencido de que los bonos de los mercados emergentes sean inmunes a la turbulencia económica en China y Brasil. Dice que los inversionistas deberían centrarse en asignar activos en países específicos, en lugar de hacer apuestas en los mercados emergentes en forma global.
Fuente: La República