
La definición pertenece al ex decano de Ciencias Económicas, Oscar Fernández, quien considera imprescindible la discusión que impulsa el gobierno para el crecimiento de la economía. El necesario camino hacia el equilibrio fiscal: el PBI no soporta el peso del estado.
El debate que se viene en la agenda política argentina está relacionado con la presión fiscal.
De acuerdo al último informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, el país tiene el mayor nivel de presión tributaria del mundo. Según este registro, las empresas pagan en el país más impuestos que en cualquier otra nación del globo.
Este esquema es inviable para el proyecto de desarrollo económico que busca instaurar el nuevo gobierno, por lo cual es más que probable que luego de las elecciones y con la nueva conformación del Congreso Nacional, los legisladores de todo el país discutan un nuevo sistema tributario.
Esta discusión que parece abstracta para el común de la ciudadanía, tiene un impacto directo en la vida cotidiana si se tiene en cuenta que de ella depende la generación de puestos de trabajo en el mediano plazo.
Jujuy Al Momento consultó a un especialista en la materia. Oscar Fernández, docente, contador y exdecano de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Jujuy, consideró que el debate es impostergable.
“Si el sistema tributario fuera el rin de un vehículo, el neumático es más parches que neumático”, graficó el docente.
¿Cuáles son los puntos clave de un eventual proyecto de reforma tributaria?
El sistema tributario argentino está colapsado, no va más.
Es un gran acuerdo político en el que hay que definir cuáles son las obligaciones fiscales que van a recaer en la nación y cómo los va a coparticipar. No se puede gastar más de lo que se recauda.
Hace dos años Argentina se daba un lujo para lo que es el concierto internacional, al gastar 9,5% del PBI en déficit. Esto es una locura, un suicidio. No podría ser ni siquiera medio punto de lo que genera el PBI porque esto genera inflación, y la pagan los que menos tienen. Es fundamental el equilibrio fiscal.
¿Qué es lo que hay modificar?
Todo. La imposición al consumo es altísima. IVA, ingresos brutos, impuestos internos, la habilitación por seguridad e higiene que cobran muchas municipalidades a pesar de ser inconstitucional por la ley de coparticipación, el impuesto al trabajo que es entre el 50 y 60% de lo que recibe el trabajador en el bolsillo. Esto es una locura. Por si fuera poco los servicios que presta el estado son deficientes.
¿Cómo suplir los recursos que se perderían al reducir algunos impuestos?
Depende cómo se diseñe. Por ejemplo ganancias, algo correcto porque cobra a quienes más perciben, en Argentina tiene un artículo, el 20, que habla de las exenciones, al que se le acabaron las letras del abecedario, porque cada sector que tiene un lobby político logra ser eximido, pero los que continúan pagándolo son los asalariados, a pesar de que se bajó.
¿Cuánto perdería Jujuy por la reducción del Impuesto a los Ingresos Brutos?
El peso del impuesto a los ingresos brutos dentro de su esquema tributario es importante. Pero es necesario ver el daño que le hace a la economía. Somos una provincia del extremo del país y dependemos del flete, no tenemos infraestructura ni de caminos ni ferroviario, entonces la tributación en el flete es del 50%, es decir que nos perjudica directamente. No puede ser que el que produce a 10 kilómetros del puerto tiene una situación, pero si quiere hacerlo a 1.700 no puede hacerlo, no puede competir.
El PBI que genera el país no soporta el tamaño que tiene el estado. Escuchaba un piquetero que exigía $30 mil millones en gasto para ayuda social, yo me pregunto quién los paga. Si hacemos andar la maquinita de nuevo se levanta la inflación. Eso es una demagogia que tiene patas cortas, porque al mes antes de que se cobre la ayuda se lo come la inflación.
¿En qué plazos se pueden esperar la mejora en la economía si se avanza en este proyecto?
No es algo instantáneo. Los resultados no pueden esperarse antes de un año. Cuando en la Argentina se estableció el IVA, la ley se sancionó en 1973, se reglamentó en 1974 y entró en vigencia en 1975. Generó un descalabró. Y lo que hay que hacer ahora es un nuevo esquema. Lo que está hecho no da para más.
Fuente: Jujuy al Momento