La historia real de la contaduría: una fuente de inspiración para los jóvenes

Según la Federación Internacional de Contadores (IFAC, por sus siglas en inglés), estamos ante una escasez global de contadores idóneos. Las empresas y organizaciones de todo el mundo enfrentan una fuerte competencia por el talento, dificultades para retener a los profesionales y la incapacidad de satisfacer la creciente demanda. En Colombia, muchos jóvenes se muestran reacios a obtener su matrícula profesional debido a la responsabilidad y el riesgo asociado a la revisoría fiscal.

Durante la XI Cumbre INCP, un grupo de panelistas reflexionó sobre cómo la educación y los contadores en ejercicio son esenciales para atraer a los jóvenes hacia nuestra profesión. En particular, resonó conmigo la pregunta de si estamos contando una historia real y completa sobre el valor y las oportunidades que la contaduría ofrece. A continuación, comparto algunas reflexiones sobre esa historia:

Lo que apreciamos de la profesión que muchos no ven

Al elegir la contaduría nos comprometemos a ser una fuerza para el bien, con una firme dedicación al interés público, la transparencia y la verdad. Nuestras normas éticas son un pilar fundamental de la labor contable y nos distinguen de las demás profesiones. De esta manera, se genera una conexión con los jóvenes que buscan profesiones que tengan propósito y sentido social.

Sin embargo, muchas personas ajenas a nuestro ámbito profesional no logran comprender el impacto crucial de nuestra labor en la sociedad. Narrativas sesgadas o incompletas sobre el rol del contador, la falta de mensajes equilibrados sobre la importancia de la auditoría y la escasa comprensión de las enormes oportunidades profesionales han contribuido a crear una imagen poco atractiva de la contaduría.

El papel inspirador de los docentes y contadores

Como docentes y contadores en ejercicio, tenemos un rol clave como embajadores de la profesión. Somos los llamados a cambiar el estereotipo que la rodea. A través de nuestras acciones y la forma en la que comunicamos el valor de la contaduría, podemos motivar e inspirar a los jóvenes. Tenemos la responsabilidad de transformar la percepción que se tiene de la contaduría, mostrándoles que somos agentes de cambio que participan en decisiones trascendentales para las empresas y la sociedad.

Debemos ser ejemplos de inspiración y guías para aquellos que están definiendo su orientación profesional. Los jóvenes buscan más que una profesión tradicional, buscan opciones de vida que les permitan crecer, aprender y ser parte de algo más grande. Al contar una historia más inspiradora sobre nuestra profesión, podemos conectar con ellos y demostrar que ser contador es mucho más que llevar registros contables o preparar información financiera o de cumplimiento: es apoyar activamente la toma de decisiones, promover la transparencia y construir confianza.

La importancia de la educación

La educación es fundamental para atraer talento hacia la contaduría, desde el colegio hasta la universidad, mediante programas que despierten la curiosidad de los estudiantes y se adapten a las realidades del mercado. Los cursos introductorios deben resaltar las diversas oportunidades que ofrece la contaduría, presentándola como una profesión dinámica y de impacto.

Es esencial incluir el aprendizaje de idiomas y actualizar los planes de estudio con tendencias como la tecnología y la sostenibilidad, áreas que atraen a los jóvenes. Además, el desarrollo de habilidades blandas como la comunicación, el liderazgo y el trabajo en equipo son cada vez más valoradas por los empleadores. La flexibilidad en los planes de estudio permitiendo especializaciones en áreas de interés, facilita que los estudiantes estén listos para los retos del mercado laboral actual y su integración.

El impacto de la tecnología

Aunque algunos temen que la tecnología pueda reemplazar a los contadores, la realidad es que está transformando y enriqueciendo nuestra profesión. La automatización y las herramientas digitales han simplificado muchas tareas rutinarias, permitiéndonos centrarnos en actividades estratégicas de mayor valor. Esto no solo hace que la contaduría sea más interesante, sino que también la presenta como una opción profesional más atractiva para los jóvenes. Áreas como el aseguramiento, la ciberseguridad, el análisis de datos y la prevención del lavado de dinero se han beneficiado enormemente de estos avances tecnológicos.

Formación continua y desarrollo profesional

La curiosidad intelectual y el aprendizaje continuo son características que definen a los contadores y resultan atractivas para los jóvenes. Aunque en Colombia la formación profesional continua no es obligatoria, sigue siendo crucial para mantener la competitividad en un mercado en constante evolución. Este tipo de formación no solo aporta conocimientos técnicos, sino que también fomenta el desarrollo de habilidades blandas como la creatividad, la resolución de problemas y el pensamiento crítico.

Además, la participación en programas de formación continua permite a los jóvenes profesionales conocer a otros colegas, ampliar su red de contactos y, al mismo tiempo, involucrarse en actividades gremiales de relevancia y protección profesional.

Conclusión

En suma, mantener y aumentar el atractivo de la profesión contable requiere la colaboración de todos: reguladores, normalizadores, educadores, empleadores, instituciones gremiales y contadores. Juntos debemos construir una visión innovadora y futurista de la contaduría y traducirla en acciones concretas para hacerla más vigente y atractiva para los jóvenes. Al convertirnos en narradores del valor y las oportunidades de la contaduría y ser ejemplos de inspiración, podemos atraer a las nuevas generaciones y garantizar la sostenibilidad de la contaduría en el futuro.

Luisa Fernanda Salcedo
Presidenta del INCP


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