Quedarse callado, como animal asustado, es vivir en desgracia. Los contadores no pueden aliarse con los malos.

Quedarse callado, como animal asustado, es vivir en desgracia. Los contadores no pueden aliarse con los malos.

Hernando Bermúdez Gómez

Tomado de CONTRAPARTIDA

Número 5662 marzo 01 de 2021

Publicación del Departamento de Ciencias Contables de la Pontificia Universidad Javeriana

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