Curiosamente en varios casos no es fácil probar que los auditores hicieron mal su trabajo con relación al descubrimiento del fraude. Entonces, en lugar de tumbar el árbol, tratan de dejarlo sin hojas.
Hernando Bermúdez Gómez
Tomado de CONTRAPARTIDA
Número 5340 septiembre 28 de 2020
Publicación del Departamento de Ciencias Contables de la Pontificia Universidad Javeriana