Retos y oportunidades de la profesión contable frente a la atracción y retención de talento

¿Puede la profesión contable sobrevivir a la fuga de talentos? Conozca los factores que están alejando a las nuevas generaciones de esta profesión y algunas propuestas para transformar los desafíos en oportunidades.

La profesión contable enfrenta un desafío importante en términos de atracción y retención de talento. Este tema se abordó en un panel[1] del Foro Latinoamericano de la Federación Internacional de Contadores (IFAC), realizado el pasado 8 y 9 de marzo en Bogotá, donde tuve la oportunidad de participar aportando consideraciones acerca de los diversos factores que agudizan dicha problemática. A continuación, les comparto los principales puntos analizados en el espacio de discusión y algunas de las estrategias propuestas para rescatar el atractivo de la contaduría pública.

La calidad de los programas académicos

En Colombia existe una amplia oferta de programas académicos en contaduría pública (266 en total), pero solo el 18 % están acreditados como de alta calidad[2]. Muchos de estos programas mantienen los currículos tradicionales focalizados en la teneduría de libros y cumplimiento tributario, desconociendo la evolución y las necesidades del mercado laboral de una formación integral, así como las expectativas de relevancia de la profesión de las nuevas generaciones. Un contador formado integralmente está en la capacidad de promover y apoyar a la gerencia en la implementación de procesos estratégicos de crecimiento y formalización para alcanzar nuevos y mayores mercados. Hoy en día, pocos programas de contaduría en Colombia incluyen asuntos como habilidades blandas, conocimientos tecnológicos, aseguramiento, calidad y ética. En este sentido, se está generando una oferta de profesionales insuficientemente preparados para enfrentar los desafíos actuales de la profesión, afectando su prestigio y atractivo.

La promesa de valor de la educación superior

Uno de los puntos críticos es la disparidad entre la promesa de valor que ofrece la educación superior y las oportunidades reales que brinda el mercado laboral. La contaduría pública es ofrecida como una carrera estable y relevante, pero la realidad para muchos graduados es diferente. Generalmente se crean elevadas expectativas sobre el salario y las oportunidades de crecimiento profesional de los contadores públicos, pero estas son derribadas por la cantidad de ofertas laborales que ofrecen condiciones menos atractivas de lo esperado. En la actualidad esta desconexión desmotiva a los jóvenes, quienes hoy por hoy buscan ejercer carreras que tengan un equilibrio más favorable entre el esfuerzo y la recompensa.

La carga operativa

Las tareas operativas y el alto volumen de informes de cumplimiento requeridos por las entidades de gobierno, especialmente por la administración tributaria, son otro factor disuasorio. La profesión de los contadores está asociada a tareas repetitivas y poco gratificantes, lo cual es percibido negativamente por los jóvenes. Las actividades rutinarias y las arduas labores de cumplimiento generan una imagen de la profesión como aburrida y monótona, alejando a potenciales talentos que buscan roles más dinámicos y creativos. Por ejemplo, en las entrevistas de contratación o de vinculación algunas firmas y universidades afiliadas al Instituto Nacional de Contadores Públicos – INCP vienen identificando que los jóvenes rechazan las tareas manuales, repetitivas y rutinarias asociadas a la contabilidad y el aseguramiento. 

Narrativas equivocadas

Las narrativas negativas sobre el rol del contador, a menudo perpetuadas por los mismos contadores, contribuyen a agudizar la problemática. Los contadores son vistos como simples registradores de altos volúmenes de transacciones y cumplidores de normativas, cuando en realidad su rol en las organizaciones es mucho más estratégico y variado y su actuación en el interés público es fundamental. Este estereotipo limita la visión de los jóvenes sobre las variadas posibilidades que ofrece la profesión, tales como, la sostenibilidad, la consultoría, el aseguramiento de la información, la gestión financiera, el análisis de datos en tiempo real para soportar la toma de decisiones informadas, la auditoría forense, el control interno, los sistemas de información financiera y contable basados en técnología, la docencia e investigación, entre otros.  

Expectativas de las nuevas generaciones

Las nuevas generaciones valoran cada vez más el propósito, la contribución social, el bienestar y la flexibilidad laboral. Estas expectativas chocan con la imagen tradicional que se tiene de la profesión contable: operativa, rígida y orientada exclusivamente al cumplimiento normativo. Los jóvenes buscan carreras que les permitan un balance entre su vida personal y profesional, oportunidades de desarrollo personal y la posibilidad de tener un impacto positivo en la sociedad, aspectos que no siempre se asocian con la contaduría pública.

Estrategias para rescatar el atractivo de la profesión contable

Para abordar los desafíos mencionados y revitalizar la profesión contable, es crucial que todos los integrantes del ecosistema colaboremos estrechamente. Reguladores, normalizadores, la academia, el gremio, los empresarios, los contadores en ejercicio y los estudiantes debemos unirnos para diseñar estrategias conjuntas enfocadas en:

  • Mejorar la calidad de los programas académicos, los cuales deben estar alineados con las necesidades presentes y futuras del mercado laboral, asegurando una formación profesional integral.
  • Reducir la carga operativa y de cumplimiento permitiendo a los contadores concentrarse en actividades más estratégicas y de mayor valor agregado o apalancadas en la tecnología.
  • Promover narrativas positivas a través de campañas que destaquen el rol crucial de los contadores en la sociedad, su contribución al interés público y las diversas oportunidades profesionales que tienen.
  • Fomentar el desarrollo profesional continuo.
  • Fomentar las certificaciones internacionales y los programas de cualificación que habiliten a los contadores para ejercer en el exterior.
  • Crear nuevas y mejores oportunidades para los contadores, tales como, la posibilidad de prestar servicios profesionales a compañías del exterior haciendo uso de la virtualidad, realizar una doble titulación o acceder a micro certificaciones para descubrir opciones laborales personalizadas y mejor remuneradas.
  • Considerar el fenómeno de la movilidad internacional, algunas universidades están implementando convenios con organizaciones profesionales del exterior para que sus graduandos adquieran una certificación por parte de determinada jurisdicción que los habilite para laborar en ella.
  • Adaptarse a las expectativas de las nuevas generaciones creando entornos de trabajo que prioricen el bienestar, la flexibilidad y los propósitos de vida.

En síntesis, estamos frente a una valiosa oportunidad de redefinir el atractivo de la profesión contable y mantener su capacidad de retención de talento. Temas como la integración de la sostenibilidad en la estrategia empresarial y la creación de un ecosistema de información que rinda cuentas a una amplia gama de partes interesadas sobre los impactos y la gestión de los asuntos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) de las organizaciones, se presentan como un nuevo y prometedor campo de acción para los contadores. Este enfoque permitirá no solo fortalecer su rol estratégico en los negocios y en el desarrollo sostenible, sino también, atraer y retener talento joven que busca carreras con propósito y relevancia en un entorno dinámico y en constante evolución. Si posicionamos nuestra profesión en el liderazgo de la gestión de la sostenibilidad, ofreceremos una propuesta de valor resonante con las expectativas de las nuevas generaciones, asegurando así un flujo constante de profesionales comprometidos y preparados para enfrentar los desafíos del futuro.



Luisa Fernanda Salcedo
Presidenta del INCP


[1] El moderador del panel ‘Retos y oportunidades de la profesión en la atracción y retención del talento en Latinoamérica’ fue Barry Naik, director del Foro de Firmas. Los panelistas fueron: Lee White, presidente de IFAC; Luisa Fernanda Salcedo, presidenta del Instituto Nacional de Contadores Públicos de Colombia – INCP; Martha Liliana Arias Bello, directora del Departamento de Ciencias Contables de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana; Jorge Castelblanco, presidente de Crowe Colombia; y Marlly Gallego, líder de aseguramiento y auditoría en EY Colombia.

[2] Según los datos reportados en el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior, al 18 de junio de 2024 existen en Colombia un total de 266 programas de educación superior (nivel de formación profesional) en contaduría pública con registro calificado, de los cuales solo 48 programas, equivalentes al 18 %, cuentan con acreditación de alta calidad.

2 comentarios

  1. PEDRO ANTONIO DELGADO PALACIOS dice:

    Se deben exigir unos estándares mínimos a las universidades que forman a los futuros profesionales y a sus docentes.

    Debería existir un organismo que controle los programas de formación que ofrecen las distintas universidades y en lo posible tratar de unificarlos.

    No permitir que los futuros profesionales sean graduados con un curso remedial ( un semestre adicional) que todos aprueban por falta de exigencia.
    Las universidades deberán cambiar el enfoque y no ver la formación como un negocio.

  2. JUAN PEÑA dice:

    Le falto un factor importante de la profesión, es la remuneración salarial, como lo expresaron en el foro el contador tiene una carga laboral, muchos empresarios no valoran su labor, con una remuneración en la mayoria un poco más del mimino, y exigen posgrados, experiencia, muchas veces son varias las empresas a las cuales se presta el servicio, por el mismo salario, ni hablar caundo se presta servicios de forma independiente, ni siquieran llegan a reconocer el salario minimo.
    La tabla de honorarios publicada por la JCC, no la reconoce ningun empresario, si esto se diera, los profesionales de la contaduria seriamos los mejores remunerados, pero nadie nos defiende, el estado crea mas carga laboral, los clientes exigen más.

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