Tendencias globales y regionales en la industria de ETF: ¿qué deben esperar los inversores de aquí a 2020?
Expertos de Deutsche AWM, Morgan Stanley y PwC ofrecen tres puntos de vista sobre el presente y el futuro de la industria de gestión pasiva.
La industria de ETF (Exchange Trade Funds) no para de crecer en todas las partes del mundo. Ahora bien, ¿cómo crece? ¿hacia dónde se dirige? ¿seguirá manteniendo las mismas dinámicas en los próximos cinco años? PwC, Morgan Stanley y Deutsche AWM han participado en una sesión conjunta sobre megatendencias de inversión en gestión pasiva en la que dan respuestas a estas y otras preguntas. En síntesis, las tres casas creen que el ascenso del uso de esta clase de productos de gestión pasiva va a seguir siendo rápido y firme, que va a estar apoyado por los cambios regulatorios y que la oferta existente va a estar influida en el corto plazo por factores macro.
Para Keshava Shastry, responsable de ETP y mercados de capital de Deutsche AWM, actualmente existe una tendencia muy clara en fondos cotizados, la demanda de productos que permitan invertir en una amplia variedad de clases de activos con la divisa cubierta para poder sortear la guerra de divisas impulsada actualmente por los bancos centrales. Shastry indica que la firma ha optado por lanzar productos con distintas clases denominadas en distintas divisas que permitan a los inversores poder moverse de una a otra con libertad en función de su visión táctica y de una forma más eficiente que traspasando su dinero de un fondo a otro, puesto que todas las clases comparten el mismo subyacente.
Otra idea que se ha llevado a la gama a partir de las propuestas y observaciones de los clientes ha sido la creación de ETF con el riesgo de tipos de interés cubierto, que permite de esta forma a los inversores de renta fija jugar a la compresión de diferenciales evitando los altibajos en los tipos.
Sin embargo, no es la única gran idea prevalente en la industria. En su papel como un proveedor agnóstico de liquidez a ETF, así como de proveedor de análisis, asesoramiento y ejecución, desde Morgan Stanley han detectado tres cambios estructurales en la industria de ETF que explica Dorcas Philips, directora ejecutiva de la firma. En opinión de Philips, los cambios regulatorios de los últimos años han cambiado la dinámica del mercado, encareciendo los servicios de los bróker y reduciendo el uso de futuros por parte de agentes del mercado como los hedge funds, mientras que paralelamente se han reducido también los retornos. La conclusión de la experta es que “para los inversores estratégicos de largo plazo ahora los ETF son una forma más eficiente y barata de construir exposición, mientras que los futuros son más adecuados para los inversores tácticos de corto plazo”.
El segundo cambio estructural tiene que ver con la réplica sintética vs física. “Aunque la réplica sintética está aquí para quedarse, cada vez más índices están en réplica física. Por ejemplo, el 60% de los ETF de renta variable de db x trackers ya está en réplica física”, comenta al respecto. Finalmente, el tercer cambio estructural remite a la ya mencionada demanda de productos con divisa cubierta. Desde Morgan Stanley han detectado flujos de entrada significativos en esta clase de fondos y además observan una consolidación dentro de la categoría, marcada por una fuerte competición entre proveedores.
Rumbo a 2020
Y del presente, al futuro. Nigel Brashaw, socio de PwC, se encarga de diseccionar las principales conclusiones de la encuesta PwC ETF 2020, realizada por la firma de consultoría a partir de más de 60 entrevistas a proveedores de ETF, sponsors, gestores de ETF y gestoras que no cuenten con productos de gestión pasiva en su gama de nueve países distintos, que juntos engloban aproximadamente el 70% del patrimonio global en fondos cotizados.
Una tendencia detectada a partir de los datos del sondeo es que, mientras que Europa es la región con mayor número de fondos cotizados registrados (más de 2.000), en cambio es EE.UU. la región en la que se puede detectar la mayor parte del patrimonio, cerca de 2 billones de dólares frente a los menos de 500 millones registrados en Europa.
Otro dato curioso es que los participantes en el sondeo prevén que el volumen de activos total bajo gestión más que se duplique en tan sólo cinco años, pasando de los 3 billones de dólares actuales a siete billones en 2020. Entre los principales motores de crecimiento señalados de cara a los próximos tres años han destacado el incremento del uso de fondos cotizados por parte de inversores institucionales (por ejemplo, en EE.UU. los usan principalmente los minoristas), la adopción asimismo por asesores financieros y family offices, la mejora en la educación financiera de los inversores (que les permita comprender cómo funcionan estos productos) y su penetración en el mercado de jubilaciones.
El último resultado de interés es el consenso (64% de acuerdo en firmas americanas y 60% en firmas de otras regiones) en que impuestos y regulación tienen un impacto significativo sobre el crecimiento y la capacidad de innovación de estos instrumentos.
Fuente: fundspeople.com