Luego de los escándalos que surgieron por las fallas técnicas de este celular, en las que se incluían explosiones del aparato, Samsung decidió detener la producción y venta del Galaxy Note 7. Pese a los intentos de la compañía de reparar miles de móviles, los usuarios aseguraron que los problemas seguían presentándose. La alerta a indicado a los propietarios no encenderlos y a las aerolíneas restringir su transporte en el equipaje. Al parecer Samsung creó un sustituto, pero el ente regulador de la tecnología de Corea del Sur le dijo a la compañía que podrían presentarse los mismos inconvenientes.

Redacción INCP a partir del artículo publicado en el New York Times 

Para mayor información, puede revisar al artículo titulado “Samsung ya no va a producir ni a vender el Galaxy Note 7” de la fuente New York Times. 

Samsung ya no va a producir ni a vender el Galaxy Note 7 

Samsung Electronics está terminando con el Galaxy Note 7, una cura de humildad para el gigante surcoreano y su imagen global. La compañía ya no va a producir ni a vender estos teléfonos.

La decisión supone un importante revés para la empresa, el mayor fabricante mundial de teléfonos. El dispositivo, con una pantalla grande, bordes curvos y relativamente más caro, se ganó los elogios de consumidores y especialistas, ha sido hasta el momento el intento más ambicioso de la empresa para competir con Apple en el marcado de gama alta.

Pero Samsung pelea para responder a las críticas que argumentan que el Galaxy Note 7 puede recalentarse y estallar en llamas por un defecto de fabricación. El mes pasado la empresa pidió la entrega de 2,5 millones de teléfonos para su reparación. Pero más recientemente, los usuarios del celular han informado que algunos aparatos ya reparados han vuelto a calentarse, desprender humo e incluso han provocado llamas. La empresa ha pedido a sus usuarios que apaguen el teléfono mientras trata de resolver el problema.

En un comunicado enviado a la Bolsa de Valores de Corea del Sur, Samsung dijo que había tomado una decisión final para detener la producción. No se fabricarán ni venderán más. La fuente no permitió que se haga pública su identidad porque no estaba autorizado a hablar con la prensa.

Samsung tiene una posición fuerte en el mercado en el rango de los precios bajos y ha hecho progresos retando el mercado de Apple en la gama alta. Samsung ha mostrado que confiaba en su producto de gama 7 porque la presentó poco antes de que Apple lanzara su iPhone 7.

No está claro cómo empezó el problema del Galaxy Note 7. Pero la pelea de Samsung por igualar a Apple comenzó a darse introduciendo avances cada vez más sofisticados en el teléfono y puede que ahí esté el problema. Los expertos de la industria tratan de estudiar con detalle la cadena de producción para ver si fueron las prisas o los recortes lo que ha provocado los problemas técnicos.

Lee Seung-woo, analista de IBK Investment & Securities dijo que “con el Note 7, Samsung aumentó su capacidad de competir en el mercado, pero uno se pregunta si no ha avanzado solo, sin que sus suministradores siguieran el ritmo”.

La compañía está sintiendo de manera inmediata un problema financiero importante. Antes del anuncio del fin del Galaxy Note 7, sus acciones en Corea del Sur perdieron el ocho por ciento de su valor. La mayor caída desde 2008. Unos 17.000 millones de dólares.

Es difícil saber cuál será el impacto a mediano y largo plazo en la empresa y sus ventas. En un editorial del periódico más importante de Corea del Sur, el Chosun Ilbo, se lee: “No se puede calcular con precisión la pérdida de confianza del consumidor en términos económicos. Samsung debe darse cuenta de que no llevó muchos años que Nokia perdiera su posición como principal fabricante de teléfonos del mundo”.

Ningún otro fabricante de teléfonos había sacado antes del mercado un teléfono de gama alta en su momento de popularidad más alto. La empresa cree que cuanto antes lo haga mejor, evitará cualquier confusión y ansiedad sobre el producto.

El Galaxy Note 7 se trataba de una apuesta de la empresa bajo el liderazgo del vicepresidente Lee Jae-yong que tomó el control de la empresa familiar más importante del país cuando su padre, Lee Kun-hee, enfermó, a quien desde 2014 no se le ha visto en público. Hace 21 años, él mismo prendió fuego a 150.000 teléfonos para mostrar su compromiso con la calidad.

Inicialmente, Samsung recibió elogios cuando Lee Jae Yong, actuando con la misma decisión, anunció que retiraría los 2,5 millones de teléfonos ya vendidos. Pero los problemas continuaron y el escrutinio aumentó.

La agencia que controla los estándares tecnológicos y técnicos en Corea, una organización pública, recomendó a la empresa que dejara de vender el dispositivo con el argumento que tenía motivos suficientes para creer que su sustituto también podría tener un defecto pero no dijo cuál y no ofreció detalles.

El gobierno también pidió que las aerolíneas de Corea del Sur no permitan que el Galaxy Note 7 se suba en el equipaje de los aviones y que los que viajen con los pasajeros lo lleven apagado. 

Fuente: New York Times