Colombia, el segundo país con ingresos más bajos en A. Latina
La Red Latinoamericana de Investigaciones sobre Compañías Multinacionales (RedLat), realizó un estudio sobre el “Trabajo decente en América Latina”, en que mostró que Colombia es uno de los países con los ingresos más bajos, es decir, que son una mayoría en la que los trabajadores reciben el salario mínimo o menos de eso. De hecho, los datos que se tomaron por el país, fueron sustraídos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares del DANE, en la que se encontró que en el 2014, el 23,2 % de las personas con trabajo u ocupados, recibían apenas la mitad de un salario mínimo y el 25,4 %, entre el mínimo y más del mínimo.
Redacción INCP a partir del artículo publicado por El Tiempo – Alejandro Ramírez
Para mayor información, puede referirse al artículo titulado “Colombia, el segundo país con ingresos más bajos en A. Latina” de la fuente El Tiempo – Alejandro Ramírez.
Colombia, el segundo país con ingresos más bajos en A. Latina
En el grupo de las siete principales economías de América Latina, Colombia aparece como el segundo país donde hay más trabajadores que reciben un salario mínimo o menos que eso cada mes.
Según el informe ‘Trabajo decente en América Latina’, de la Red Latinoamericana de Investigaciones sobre Compañías Multinacionales (RedLat), mientras que en Perú el 50,1 por ciento de esa población gana hasta una remuneración mínima mensual, en nuestro país ese porcentaje es del 48,6 por ciento.
Los datos de Colombia son tomados de la Gran Encuesta Integrada de Hogares, del DANE, la cual muestra que, en el 2014, el 23,2 por ciento de los ocupados recibían hasta medio salario mínimo, y el 25,4 por ciento, entre más de medio y un salario mínimo.
En la otra orilla aparece Uruguay, donde solo el 8,5 por ciento gana hasta un salario mínimo.
Sobre los datos del estudio, Jaime Tenjo, director del departamento de Economía y Política Social de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, comenta que no existe información suficiente para saber a ciencia cierta si todos los trabajadores son de tiempo completo o si ejercen sus labores parcialmente (obviamente, si son de tiempo parcial recibirían menos del mínimo).
“De todos modos, hay que reconocer que Colombia es uno de los países menos igualitarios y esto se ve reflejado en las diferencias salariales. Hay que mencionar que muchas de las personas de bajos ingresos reciben una serie de subsidios que mejoran su capacidad de compra, pero que no aparecen como parte del salario”, señala el experto.
Por su parte, la exministra Cecilia López sostuvo que el mercado laboral, en una economía neoliberal, toma las remuneraciones solo como costos e ignora su aporte a la demanda interna de los productos. “Por ello, la tendencia es buscar todas las formas de reducirlos al mínimo. Recuerden la Ley 50 de Álvaro Uribe en el gobierno de Gaviria”, enfatizó, a la vez que recordó que “flexibilizar el mercado laboral es su filosofía, que es igual a quitarles prebendas a los trabajadores”.
En cuanto a diferencias salariales entre hombres y mujeres, el estudio encuentra que el país con la mayor brecha es Argentina, donde los hombres ganan en promedio 34 por ciento más que las mujeres. Colombia ocupa el quinto lugar, con el 20,2 por ciento. Tenjo subraya que, en todos los países, una parte importante del problema es la doble jornada de las mujeres, que en general son las encargadas del cuidado del hogar, de los hijos, etcétera.
El experto en temas laborales considera que Colombia no es el peor de los países, como lo muestran las cifras del estudio, pero que tampoco ha desarrollado suficientes políticas sociales para enfrentar el problema, y que una idea sería la de tener guarderías infantiles con horarios extendidos (12 o 14 horas al día) que les faciliten a las mujeres compatibilizar el rol de cuidadoras con el de trabajadoras.
Esfuerzo perdido
Para la exministra López, “los esfuerzos que las mujeres han venido realizado para educarse más que los hombres se pierden en el mercado de trabajo y en la participación del poder político, donde Colombia ha perdido un 25 por ciento de participación, según el Foro Mundial de Davos de 2015”.
Por su parte, Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), señala que la reducción de estas inequidades entre hombres y mujeres ha sido muy lenta.
De hecho, advierte que aún falta mucho por hacer a instancias de políticas de Estado que tracen orientaciones muy claras para poder combatir las arbitrariedades en contra de la mujer en materia salarial.
“Naturalmente que para evitar este tipo de situaciones, debe existir la respectiva denuncia y que el Gobierno brinde las garantías para no permitir las represalias”, concluye Gómez.
La labor sindical es deficiente
Para los autores del estudio, “la actuación sindical se ve reflejada en los salarios y en las diferencias abismales entre los países estudiados. En México, donde se pagan los peores salarios en dólares, hay un movimiento sindical deficiente y corrupto”.
También advierten que Colombia y Perú registran bajas tasas de afiliación, lo que refleja un mercado informal. En el caso de Colombia, Jaime Tenjo afirma que el principal obstáculo para la sindicalización son los altos niveles de informalidad de la economía.
Por su parte, Cecilia López pregunta: “¿Cómo se afilian los informales?”, y responde: “Los sindicatos son núcleos cerrados de poder que solo pelean por su situación y poco trabajan para resolver grandes falencias de estos, mientras que el Mintrabajo es más una oficina para tramitar problemas específicos”.
Finalmente, Julio Roberto Gómez considera que en la década de los años setenta “estábamos en una organización sindical al menos del 20 por ciento –a la fecha debería estar al menos en 40 por ciento, similar a la situación en Argentina, Brasil o Uruguay–. Así, no hay duda de que la tasa de sindicalización resulta deprimente”.
Fuente: El Tiempo – Alejandro Ramírez