Estrategias para mejorar el marketing interno de tu empresa
Suele pensarse que el marketing es una actividad orientada al exterior. Es decir, que su principal objetivo son los consumidores, el mercado, los precios y la venta de una serie de productos que cubran ciertas necesidades.
Sin embargo, poco se habla del «marketing interno», aquel que se refiere al activo más valioso con el que cuentan las organizaciones: sus integrantes.
En realidad son las caras de una misma moneda. Si tu empresa aspira a convertirse en el referente de su sector comercial, lo lógico es que el punto de arranque sea una buena gestión de sus dinámicas y procesos internos.
El marketing interno aspira a la sinergia, que no es otra cosa que la coordinación eficaz de recursos y elementos. Repasemos algunas estrategias que pueden contribuir a una mejora de los procesos internos, bien sea para empresas grandes o para startups.
- Conoce tus grupos de trabajo:
Puede parecer obvio, pero en muchas ocasiones los líderes de empresas saben poco o nada de las personas que tienen a su cargo. Es imprescindible conocer sus necesidades, talentos y facultades. De esta manera, los procesos internos serán mucho más efectivos y las actividades resultarán más óptimas.
- Define el carácter de tu marca:
Ahora bien, el clima empresarial no será del todo efectivo si los valores de tu producto no han sido asumidos como propios por los trabajadores. Hay que transmitirles dichos valores para que se genere un clima de sinergia y coordinación. Es como si la famosa máxima socrática de «Conócete a ti mismo» se adaptara a las directrices del marketing: «Conócete a ti mismo y al producto que vendes».
- Elige espacios óptimos:
Los espacios también condicionan el rendimiento de las empresas. Lo ideal es que los lugares donde se trabaja sean cómodos, agradables y propicios para la interacción. La luz juega un papel muy importante, pero también algunos accesorios como pizarras o carteles con frases inspiradoras.
- Pon en práctica la gamificación:
Es una estrategia bastante empleada actualmente. Consiste en evaluar el rendimiento de los integrantes de las empresas a través de parámetros lúdicos. Cuidado, no se trata de que todo se vuelva un juego. Simplemente, es cuestión de poner en práctica algunos recursos lúdicos para motivar a tus trabajadores. Hace unos meses, el Banco Santander convirtió su campaña anual de ventas en una temporada de Fórmula Uno y animó a sus asesores a acumular puntos para llevarse el título al final de año.
- Insiste en la formación:
Por cierto, un factor determinante para medir el rendimiento de sus trabajadores es el nivel de formación. Se debe insistir mucho en este aspecto, dado que cada día las tareas resultan más exigentes y complejas. Recuerda, una persona bien formada es el mejor activo que puede tener tu compañía.
- Recurre a premios y bonificaciones:
Cuando se habla de motivación, no sólo cuentan un salario justo y unas condiciones de trabajo adecuadas. También son importantes los incentivos con los que reconozcas la labor de tus trabajadores. De hecho, no dudes en otorgarles descuentos exclusivos a la hora de adquirir productos de la empresa. Es una manera de hacerles sentir especiales y de fortalecer el vínculo que ya tienen con la compañía.
Fuente: Harvard Deusto – EAE Business School