En una entrevista exclusiva para el INCP, el Presidente de la República contó varios detalles de su administración en 2016:

¿Cómo vio la gestión del presupuesto del año que termina?

La verdad, no sé ni cómo contestarle. Todo se veía muy bien y de pronto se descontroló, y pues como estuve casi todo el año fuera del país, la situación pintaba bien. Simplemente un día llegó el Ministro Cárdenas y me dijo “Vea mi presi, el grupo de ‘expertos’ (me guiñó el ojo) ya tiene listo el texto de la reforma, eso lo pasamos y sale pa’ pintura, así toque uno que otro trasnocho. Oh, y… estamos en quiebra”. Casi me hace atorar a mí y a Tutina.

¿Es decir que nunca estuvo al tanto de la situación económica del país?

No. Un día estábamos tomando cocteles en La Habana y al siguiente me veo tratando de devolver en mi tienda favorita en Londres el whiskey que compré para celebrar el triunfo del plebiscito. Claro que no me lo recibieron y me tome un poquito cuando Santa Fe quedó campeón. Solo fue un poco, insisto, o el Centro Democrático habría salido a decir que yo estaba como su gerente de campaña: borracho.

¿Y qué espera para el próximo año en temas económicos?

Pues como me gané como 50 premios estos días, creo que va a estar bien. Voy a viajar a…

No, con la economía de la nación.

Ah… bien. Voy a resolver el tema de las calificadoras de riesgo, usaremos la misma estrategia que implementamos para subir las calificaciones en las pruebas PISA.

También vamos a abrir un museo en honor a las víctimas, las de la reforma. Eso sirve para el turismo. Vamos a poner el Nobel de Paz que me entregaron en Noruega. ¿Ya lo vio? Venga se lo muestro… pero ojo, sin tocar, que ya hay más de un expresidente con ganas de expropiármelo.

Redacción INCP