El pasado 28 de julio mediante la votación realizada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se adoptó una resolución que declara el acceso a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible como un derecho humano universal. Con 161 votos a favor, 8 abstenciones y ningún voto en contra, se acogió esta resolución histórica que insta a los Estados, organizaciones internacionales y empresas a intensificar sus esfuerzos para garantizar un medio ambiente saludable para todos. Si bien esta decisión marca un hito importante, es solo el comienzo para lograr que este propósito se convierta en una realidad mundial ya que dependerá del trabajo que realicen cada uno de los actores involucrados.

El documento en mención señala que el derecho a un ambiente sano está relacionado con el derecho internacional y afirma que su promoción requiere la plena aplicación de los acuerdos multilaterales relativos al medio ambiente. También reconoce que el impacto del cambio climático; el manejo y uso insostenible de los recursos naturales; la contaminación del aire, la tierra y el agua; el manejo inadecuado de productos químicos y desechos; y la consiguiente pérdida de biodiversidad interfieren con el disfrute de este derecho. Asimismo, advierte que el daño ambiental tiene implicaciones negativas, tanto directas como indirectas, para el goce efectivo de todos los derechos humanos.

Tal como lo mencionó el secretario general de la ONU, António Guterres, el reconocimiento de este derecho será crucial para enfrentar la triple crisis que enfrenta el planeta: el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Las consecuencias del cambio climático son cada vez más evidentes con el aumento de la intensidad y gravedad de las sequías, la escasez de agua, los incendios forestales, el aumento del nivel del mar, las inundaciones, el derretimiento del hielo polar, las tormentas catastróficas y la disminución de la biodiversidad. Así pues, para aumentar la cooperación internacional, desde el INCP incentivamos a todas las partes interesadas a adoptar políticas, reforzar la creación de capacidad y compartir buenas prácticas que intensifiquen los esfuerzos para garantizar un medio ambiente limpio, saludable y sostenible para todos.

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Ver: Resolución ONU 76/300

Redacción INCP